Berlín en 5 días

Reconozco que esta entrada llega con mucho retraso dado que el viaje se hizo en el 2014, sin embargo gente cercana va a ir y estuvieron preguntándonos. Aprovechando que estuve recopilando información la traslado al blog, contando nuestra experiencia en esta ciudad.





¿POR QUÉ IR?

Hablar de Alemania, y de Berlín en particular, es hablar de la historia del siglo XX, un siglo que aunque empieza a antojarse lejano debemos recordar que estamos viviendo todas las consecuencias de lo que ocurrió en este. Y en el caso de Berlín no fueron pocos los sucesos que acaecieron: 'La Gran Guerra' que posteriormente pasó a llamarse 'La Primera Guerra Mundial', 'La Segunda Guerra Mundial', 'La Guerra Fría' materializada en el símbolo de la división que suponía el Muro de Berlín y finalmente su caída; y con ello, el final de la división de un país.


¿CUÁNDO ES EL MEJOR MOMENTO PARA IR?

Aunque recomiendan ir en primavera o en otoño, en nuestro caso lo hicimos en verano y debo reconocer que se podía estar sin problemas, las temperaturas no tienen nada que ver con las que hay en España. 

Además, viajar en verano tiene varios alicientes -obviando las horas de luz-, hablo de los festivales y mercadillos al aire libre. Éstos últimos aunque se organizan durante todo el año siempre anima más a ir con la buena temperatura.


CONSEJOS VARIOS...

Berlín es una ciudad enorme por lo que para su visita se hace imprescindible el uso del transporte público por lo que tal vez sea interesante que pilléis la Berlín Welcome Card una tarjeta que además de permitirte el uso del transporte público en Berlín y alrededores (Potsdam no está incluido pero Sachsenhausen sí) incluye descuentos en algunas de las cosas a visitar por lo que puede salir rentable en función del plan que tengáis.




Aunque esta tarjeta es algo que podáis decidir allí in situ, hay otras cosas por el contrario que requieren algo de planificación de antemano o podríais encontraros con la mala noticia de que no podéis hacerlo, hablo de cosas como por ejemplo visitar el edificio del Parlamento Alemán o Bundestag, la cúpula se puede visitar cualquier día previa cita; por contra si queréis visitar el interior (visita super-recomendada) sólo lo hay en unos días muy concretos.

Esta planificación también puede ayudaros a disfrutar de cosillas gratis (It's free). Si queréis visitar el Guggenheim de Berlín, los lunes es gratis. Los martes alrededor de la una de la tarde hay conciertos gratuitos en la filarmónica. Y los fans de los mercadillos y puestecillos variados tenéis citas ineludibles los jueves en el Street Food Thursday y los domingos en el mercadillo de Mauerpark.




¿QUÉ SE COME POR ALLÍ?

No es el mejor sitio para comer, al menos si lo comparamos con otros destinos europeos con comida mediterránea. No obstante esta visita puede suponer toda una experiencia gastronómica únicamente fijándonos en la inmensa variedad de salchichas que tienen en el país. Incluso cada región tiene las suyas propias por lo que si hacéis un viaje más extenso que el nuestro, puede ser interesante comprobar esto.


Nosotros nos tuvimos que conformar con las Bratwurst y Currywurst locales. Estas últimas son las famosas salchichas locales con ketchup y curry a las que al menos en Berlín se le han dedicado cadenas de comida rápida.



Otras opciones menos 'exóticas' al estar presente en todo el centro de Europa son el codillo de cerdo o los dulces Bretzel que por ejemplo nosotros descubrimos en Praga.


Y FINALMENTE NUESTRO ITINERARIO:

Fueron cinco días que aprovechamos también para hacer un par de escapadas cercanas a Potsdam y al campo de concentración de Sachsenhausen:

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