Aunque Múnich fuese el destino que nos hizo emprender este viaje, no se trataba de nuestro único punto de interés. La región de Baviera se caracteriza precisamente por tener muchas localidades que nada tienen que envidiar a la capital Bávara. Una de las mejores formas de hacer estas escapadas de un día es
con el billete de tren de un día, el cual es una especie de pack/oferta que pueden aprovechar hasta 5 viajeros. Si os interesa tenéis más información aquí.
Nuestro primer destino de este día fue Núremberg, ciudad que ha pasado a la historia por los procesos del mismo nombre. Una serie de juicios por los cuales los vencedores de la Segunda Guerra Mundial procesaron a diferentes miembros y seguidores del partido Nazi. Una forma de imponer la victoria no sólo militar, si no también moral. Pues muchos de los crímenes de guerra se replicaron en ambos bandos aunque convenientemente la historia tiende a ponerse del lado de los vencedores.
Tras haber visitado esta ciudad he podido comprobar cómo el haberme quedado hasta el momento con sus dos imágenes más conocidas: la anteriormente descrita y por ser uno de los mejores mercados navideños de Alemania; es un craso error. Especialmente tras haber podido comprobar que esta ciudad poco tiene que envidiar a la capital bávara.
Al llegar a esta ciudad lo primero que nos dio la bienvenida fue su muralla medieval, tras flanquearla por Königstrasse con la timidez de alguien que no sabe lo que se va a encontrar, nos encontramos de frente con la Frauentorturm (torre de las mujeres) la cual daba la bienvenida a un reducido espacio en el cual se han habilitado sus calles interiores como si las de un mercado medieval se tratasen.