En algún momento, mientras se gestaban las entonces futuras publicaciones de Berlín, me tocó estar enfrascado en el proceso de revelación de algunas de las fotos. Fue durante ese proceso que esa tercera fase de todo viaje: la del recuerdo, hizo acto de aparición.
Tan sólo necesitábamos una excusa fácil: un puente. Y antes de que nos quisiéramos dar cuenta, ya estábamos volviendo de Baviera.
Hablar de esta región es hablar de uno de los estados federados de Alemania, el cual se caracteriza por su propia identidad e idiosincrasia. Una región que por su historia y su forma de ser acaba asemejándose más a sus países vecinos que al propio país del que forma parte.
NUESTRO ITINERARIO:
El viaje se desarrolló a lo largo de 4 días, dos de ellos los dedicamos a la capital de Baviera y su ciudad más famosa: Munich, los otros dos días restantes aprovechamos para hacer un par de escapadas, la primera fuimos a Núremberg y a Rothenburg ob der Tauber y la segunda fuimos a visitar uno de los sitios más idílicos y anacrónicos de la región: el castillo de Neuschwanstein.
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